martes, 3 de noviembre de 2015

Penumbra: I Cónclave de terror de Zaragoza por Rafael González



Aquellos que no frecuenten las redes sociales dedicadas a la literatura de terror desconocerán el hecho; pero, entre el 23 y el 25 del pasado Octubre, Zaragoza se convirtió en el epicentro del género a nivel nacional (con permiso de la Semana Gótica de Madrid).

Ideado por el editor de Saco de Huesos (y presidente de Nocte), Juan Angel Laguna Edroso, este Cónclave del Terror se propuso reunir reunir a artistas y obras de todos aquellos campos en los que se pueda trabajar con tan atávico sentimiento: literatura, fotografía, ilustración, video, juegos de mesa y ordenador... y hasta música. Un proyecto cuyo éxito se fue calculando a medida que iban anunciándose patrocinadores (Tyrannosaurus Books, Tusitala, Diábolo Ediciones, Edaf, Cátedra...) y personajes invitados (David Jasso, Roberto Malo, Charles Athman...), con lo que se podía adivinar un plantel de propuestas muy interesantes.


 El mayor pero que se le puede poner a todas las jornadas fue el lugar donde se realizaron: una sala de conciertos heavy. Sobre todo, por la molestia que supuso en varias ocasiones la algarabía de fondo a la hora de mantener un debate o, sencillamente, oír lo que se estaba diciendo. No quiero decir con esto que hubiera un continuo coro de vándalos melenudos impidiendo el desarrollo de las actividades, pero habría sido bueno estar libre de esa clase de interferencias (de las cuales también fuimos culpables los asistentes cuando, desentendiéndonos de la actividad de ese momento, comenzábamos a charlar entre nosotros). 



Hecho este inciso crítico, va siendo hora hablar sobre las variadas actividades que tuvieron lugar durante esos tres días, y en las que se animó a participar a todos, ya fuera promoviendo debates durante las mesas redondas o de forma directa como concursantes.

Lecturas: fueron varios los autores que acudieron a leer relatos, en mayor o menor número según su extensión, consiguiendo en la mayoría de los casos sobreponerse al miedo escénico y las dificultades de recitar. Además, la actividad acabó por convertirse en un comodín con el que rellenar pausas inesperadas, y algún autor se descubrió de pronto frente al micrófono después de que Juan Angel apareciera para convencerle.

Aunque no pude asistir a todas las lecturas, resaltaría la maña de LG Morgan para dar vida a su Oscuro Beltane, así como la simpatía de David Jasso (que acabó leyendo más de lo que quería) y la pena que me dio perderme la lectura de Ana Arranz, una de las grandes amistades que me llevo del evento.

 José María Tamparillas, Metiendo miedo enel cuerpo a los asistentes.

Proyecciones de cortometrajes: con unos medios algo escasos pero muchísima buena voluntad, Penumbra sirvió para conocer obras audiovisuales de todo el mundo que no suelen salir fuera de los festivales. A título anecdótico, cabe decir que se había organizado un festival de cine de terror en las mismas fechas. Así que, de repetirse ambos eventos, espero que puedan acabar fundiéndose en una misma convocatoria.

De todas las obras que pude ver, me quedo con Hotel, de Jose Luis Alemán. Una pieza de ambientes asfixiantes y toques surrealistas con un gran poder visual, que juega a plantearnos una paradoja final bastante sorprendente.

Mesas redondas: en mi caso, una de las principales razones para asistir al Penumbra fueron las charlas programadas. Para alguien que practica el terror de forma tangencial, me interesaban mucho los conceptos e ideas que pudiera aprender para luego ponerlos en práctica. Así que, en ese sentido, disfruté escuchando y participando de los debates, aunque la mayoría se me quedaron cortos (y seguro que lamentaré haberme perdido las del domingo).

En este apartado me resulta complicado hacer una selección. Todas las mesas tenían algún punto que me resultaba interesante, e insisto en que aún podría haberse sacado más "jugo" a ciertos temas si se hubiera dispuesto de más tiempo. La charla sobre revistas digitales, por ejemplo, derivó hacia un debate sobre la situación con los contenidos digitales (legales e ilegales) que, por supuesto, habría podido prolongarse hasta el infinito. El breve ensayo de Ángeles Pavía, respecto al origen de las mitologías del hombre lobo y las brujas, daba pie a horas y horas en las que citar textos de referencia (y  a un ciclo de charlas sobre otra criaturas de la mitología contemporánea). El debate sobre el desarrollo de juegos en torno a la temática del terror se quedó reducida a un paseo por los ejemplos más emblemáticos de cada plataforma, y eché de menos que se hablara más sobre la atracción del villano como personaje a encarnar por los jugadores, la importancia que están consiguiendo los recursos técnicos para la inmersión del jugador en realidades virtuales, etc... La mesa redonda sobre el uso o abuso de los tópicos del terror literario fue igualmente interesante y graciosa, y sólo por el número de ponentes y la cantidad de referencias que se podrían mencionar es algo que necesita horas para tratarse en profundidad. Por último, el debate sobre el Mundo Z dio pie a algunos momentos hilarantes, y a repasar este universo tan amado como odiado por el público.

Charlas "musicales": Fernando Lafuente nos sorprendió (a mi, al menos) con una charla sobre la música de King Diamond y su capacidad para utilizar el Heavy como medio de narración de historias de terror, en lo que podría describirse como "disco novelas".

Siempe complices, Roberto Malo y David Jasso

Actividades alternativas: además de todo lo anterior, también hubo toda una serie de actividades con las que entretenerse: monólogos de terror (con maestros de ceremonia del nivel de Roberto Malo y David Jasso), un puesto donde comprar ejemplares, un "pozo de libros" en el que encontrarse con libros usados, amén de un juego de preguntas sobre el mundo del terror, una justa de microrelatos y algunas partidas de demostración de juegos de tablero.

A este respecto, y a riesgo de resultar "soso", confieso que sólo participé en una de las actividades: la visita al Palacio de la Aljafería. Y, teniendo en cuenta que su horario se solapaba con otros eventos, se puede decir que fue todo un éxito con casi una veintena de curiosos. Además, tanto LG Morgan como su colega demostraron un conocimiento enorme sobre la historia del edificio. Eso sí, y por ser quisquilloso, dado que uno de los propósitos de la visita era hablar sobre cómo utilizar un escenario real para convertirlo en un escenario literario, yo propondría visitas similares en las que varios autores que se hubieran inspirado en determinado lugar comentaran de qué modo lo habían incorporado a sus textos.


Y hasta aquí llega mi crónica, menos extensa y completa de lo que quisiera. Confío en que mis críticas no molesten a nadie, y espero con ganas que el año que viene pueda volver a comentar qué fue del II Cónclave de Terror en Zaragoza.

Rafael González




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viernes, 2 de octubre de 2015

Presentación: El Castillo de Luis Zueco,


El Castillo – Luis Zueco
Ediciones B
Páginas: 768  
Formato: 15 x 23 cm 
ISBN: 978-84-666-5774-7

Una novela sobre la construcción del grandioso e imponente castillo de Loarre. 
El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años.
Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante, construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña?
Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana.
Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca.
Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista. 
Esta es su epopeya

Se ha presentado El Castillo de Luis Zueco. En Zaragoza hizo los honores Juan Bolea, que como maestro de ceremonias destacó la vocación de convertirse un éxito editorial, porque lo tiene todo. Es la epopeya de un reino ligado a la construcción de un castillo, que se convertirá en símbolo de toda una época y que pervivía mil años. Sus cimientos se asientan en el espíritu de las gentes de la frontera que lo construyeron. Es la aventura de el castillo-abadía de Loarre, el castillo románico mejor conservado de Europa o, como se dijo en la presentación, del mundo.

Tras una formidable investigación de base, y con un enorme bagaje de conocimientos en el tema que convierten a Luis en un experto en castillos y fortalezas, como lo atestigua su libro Castillos de Aragón: 133 rutas, era él la persona más indicada para escribir esta gran novela.

Ante un público que abarrotaba el espacio de la Casa del Libro de Zaragoza, nos fueron desgranando las claves de la novela, los elementos que el escritor quiso incluir y cómo construyó una aventura que sirviera de marco para incorporar la parte histórica, la legendaria y la técnica,  en un equilibrio que ha dado por resultado una excelente novela que está destinada, como dijo Juan Bolea, a ser un referente dentro del género.
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jueves, 24 de septiembre de 2015

Con Fernando Martínez Laínez en el Museo Naval


Hace un par de semanas Ediciones B tuvo a bien invitarnos a pasar la mañana en el Museo Naval a un grupo de blogueros con Fernando Martínez Laínez para ambientar el trasfondo de su novela, El náufrago de la Gran Armada, en la que se narra en primera persona el intento de invasión de Inglaterra por Felipe II y cuenta  los motivos por los que fracasó.


Mientras Fernando y un guía del museo nos explicaban las batallas de los cuadros y los hechos históricos que representaban, los objetos expuestos en el museo de la época de la Gran Armada, era fácil imaginar lo que debía ser una batalla en alta mar. Especialmente viendo los proyectiles de cañón tallados a mano en piedra, oyendo cómo se fragmentaban como si fuese metralla al chocar contra palos y otras estructuras de los barco mientras las balas inglesas eran metálicas, hechas con moldes y destinadas a abrir vías de agua y viendo los cañones originales de la fotografía,  con las muescas  dejadas por actividad en la batalla. 


De todo lo contado, me quedé con una frase de Fernando sobre Armada Invencible: "creí que cuando Felipe II dijo aquello de que no he venido a batallar con los elementos, estaba intentando eludir responsabilidades, pero después de la investigación para este libro, realmente era cierto. En la batalla naval en sí, apenas se perdieron barcos".

PD. Los que han leído ya el libro dicen que es mas historia novelada que novela histórica. Quien avisa no es traidor.

Lucia 
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jueves, 30 de julio de 2015

De reformas y traslados


De vez en cuando tenemos problemas con nuestro servidor,   con frecuencia no somos solo nosotros los afectados, también ellos lo sufren. 
Os copio el mensaje que ha dejado nuestra Luci en  Facebook,  y os pido  que  crucéis los dedos y un poquito de paciencia.  

Probablemente cambiemos a un servidor en Linode aprovechando que ahora no se puede acceder al foro. Será la primera vez que utilice un servidor en la nube que hay que montar de cero, así que igual necesito ayuda para optimizar el rendimiento y esas cosas.
Las preguntas ahora son: ¿Centos o Ubuntu? ¿Vesta o Webmin/Virtualmin o Centos panel? Sé que luego va Lamp y después tocará pelearse con el resto... que salvo phpbb y poco mas no tengo ni idea de lo que toca instalar :S
Y sí, ya sé que a muchos eso os suena a chino, pero es lo que hay

Leer mucho y   hacer acopio de comentarios para cuando estemos en marcha.

Un abrazo muy fuerte.

Julia
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miércoles, 29 de abril de 2015

¡¡Avería!!



Estamos de averías, ya sabéis de vez en cuando nos toca. Esperemos que dure poco

Julia
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