lunes, 26 de diciembre de 2011

"Confesiones y guías" de María Zambrano


Librería, acogedor ámbito de la literatura y filosofía. 2 nombres propios: Alberti y Zambrano. Unidos por el exilio, separados por el Tíber, discreparon por los sueños a alcanzar. El uno, da nombre a la librería donde se celebra el acto, la otra, fuente de un amplio legado filosófico y ensayístico, recuperado en parte en la obra “Confesiones y guía”.
El filósofo J.M. Mariñas parte de unas citas de la escritora para describirla como “atenta y lista para hablar de lo que está esperando a ser dicho”. Bajo el título de Confesiones y Guías se compilan diversos textos de María Zambrano, alguno inédito, otros no fácilmente accesibles en la actualidad, pero todos ellos presididos por un mismo objetivo: “reivindicar otros géneros literarios en los que el pensar no hace abstracción del sujeto que piensa”. Basándose en su frase ‘La filosofía es un género abierto’, el filósofo Fernando Savater traza un boceto de lo que representa el libro: “es muy esencial y va directo al corazón de María Zambrano: aquí se concentra lo más zambraniano de ella.”
Con algún problema más de lo previsto, “tengo la manía de no traerme las gafas de leer y empeñarme en leer”, Fernando Savater explicó leyendo pasajes de su obra, la predilección de Zambrano por las epístolas, confesiones, diálogos y pensamientos. La pensadora malagueña usa la técnica de las confesiones porque es el método para encontrar al quién. “La confesión busca al sujeto por encima del qué.” Confesiones y guías refleja su preocupación por recuperar la razón para la vida. “Esto conlleva a una pregunta que no siempre tiene respuesta”, concluye Savater. Y es que así es la filosofía, muchas preguntas sin respuestas.
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viernes, 16 de diciembre de 2011

Géneros sí, géneros no

En los últimos tiempos, cada vez que hablamos de libros y literatura hay dos debates recurrentes: uno es el de los géneros y el otro es el de los ebooks. Es indudable que hay mucho mas detrás del género que el significado en sí (Cada una de las distintas categorías o clases en que se pueden ordenar las obras literarias, según la RAE), y es que de lo contrario no se entendería un debate que solo en el foro ocupa 62 páginas (¿Son los lectores de contemporánea "elitistas"?).

Como explica la definición de la palabra, los géneros nacieron para poner un poco de orden en los cientos de miles de títulos en el mercado y facilitar la búsqueda de nuevos libros a los lectores que se acercaban a las librerías, especialmente a partir del aumento ingente de la producción en épocas en que no se escribían sinopsis en la contraportada y la alfabetización dejó de estar restringida a unas pocas capas de la sociedad.


Paralelamente, o incluso antes, se acentúa la separación entre la "alta" y la "baja" literatura, separación que en ocasiones viene marcada mas por el número de ejemplares vendidos y las envidias que por la calidad real de la obra. Según los escritores que se autodefinen como de "alta" literatura, todo el que vende mucho es un escritor malo que no merece manchar de negro las hojas que gasta y si no venden es porque el vulgo no tiene la suficiente cultura, y según los que venden, lo que hay es pedantería insufrible y no querer bajarse del pedestal. La literatura castellana tiene un magnífico ejemplo de uno de estos duelos en las personas de Quevedo y Góngora, cuyo cruce de poemas ha pasado a la historia de la Literatura.


¿Qué pasa, pues, con los géneros? Pues que al adscribir determinados libros a determinados géneros, a los posibles lectores y compradores les resultaba más fácil saber de antemano si un libro tenía probabilidades de gustarles ya que se daba por sentado que se iban a ceñir a determinados parámetros y tópicos por todos conocidos. Pero, claro, aquí chocamos por un lado con que los seguidores de Góngora se duelen de que la "alta" literatura pueda ser clasificada e, incluso, llegar a un amplio público y vender ¡herejía!—; y, por el otro lado, con los avispados encargados de etiquetar un libro dentro de un género u otro según los compradores del mismo que haya en un momento u otro.

El resultado es que, además de literatura "alta" y "baja", ahora hay géneros de primera y de segunda y hasta en vías de extinción. Por ejemplo, si escribo un libro de terror y no me llamo King, querré que etiqueten mi libro de intriga, que vende más y está mejor visto, pero, si escribo romántica, habrá quien me diga que mejor que lo haga con pseudónimo, aunque las lectoras sean fieles y sostengan económicamente a mas de una editorial. Sin embargo, si escribo algo que pueda adscribirse a la novela histórica, tendré un estupendo halo y aceptación social que no tendría de escribir novela de aventuras. Y todo, hasta que un par de libros o tres que trasciendan los estereotipos se publiquen relativamente cercanos en el tiempo y rompan los esquemas e inclinen la balanza hacia otro género en el corazón de los compradores.

¡Con lo fácil que es dividir en buena y mala literatura y en literatura que me entretiene y que me mata de aburrimiento! Y como soy de ciencias, eso me da cuatro combinaciones posibles :D

Mientras tanto, seguiremos disfrutando de esos escritores que no se dejan embaucar y escriben lo que les da la gana, dejando que los demás se rompan la cabeza a la hora de clasificarlos. ¡Larga vida!
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miércoles, 14 de diciembre de 2011

La influencia del cine en la literatura" Tertulia literaria de José Ángel Barrueco

Los medios audiovisuales basan su poder en la fuerza que transmiten las imagenes a la hora de proporcionar el conocimiento de un hecho. Pero hay otras formas de crear imágenes. ¿Quién alguna vez leyendo un libro no se ha imaginado la escena o incluso se ha sumergido en ese mundo paralelo? Los libros recrean la realidad a través de palabras, formándose en nuestras mentes imágenes de aquello que estamos leyendo.
José Ángel Barrueco plasmó estos hechos en la tertulia del pasado martes sobre la influencia del cine en la literatura. Sus novelas Asco y Vivir y morir en la Lavapiés pretenden establecer esa conexión entre las palabras de un libro con las imágenes cinematográficas. Para ello, Barrueco, acompañado del escritor y guionista Juanjo Ramírez, proyectó en el FNAC de la Castellana los fragmentos de películas que de algún modo le han servido bien para copiar los diálogos en el libro o bien de inspiración para escribir pasajes de sus libros. El Club de lucha, Inception, Live and die in LA, Red de mentiras... fueron algunos de los ejemplos expuestos por el autor. Aunque sin duda, la diferencia entre que una imagens ea vista por tu mente o que tu mente recree una imagen es que en la segunda nunca vas a depender de problemas técnicos o fallos del realizador.
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lunes, 12 de diciembre de 2011

"Lo que vendría a ser la televisión en España". Presentación del libro de El Terrat


Hablar de El Terrat, es hablar de cámaras, guiones, luces. Es hablar de televisión. Por eso, ningún lugar mejor para presentar un libro que en un plató de televisión. Sobre todo si los protagonistas de este acto son los guionistas que probablemente más han hecho reír a los telespectadores de este país. ¿Les suena, Andreu Buenafuente, José Corbacho y Berto Romero? Lo normal sería verles a través de la caja tonta pero en esta ocasión han escrito un libro hilarante, una sátira amable que repasa la historia de la tele española a través de sus nombres propios: los nombres de las diferentes cadenas, los de sus programas y los de sus protagonistas. Y es que en su visión del mundo, el humor ocupa un lugar fundamental. Así Corbacho bien afirma que “siempre es sano reírse de la televisión y por supuesto con la televisión”.

A punto de alcanzar la edad de jubilación en España, la tele sigue siendo un medio donde triunfar no es fácil. De eso da constancia Buenafuente: “En mis inicios todo marchaba viento en popa, luego empezaron a llegar los fracasos pero hay que aprender a relativizarlos, a vivir con ellos y tirar para adelante con mayor esfuerzo”. Las prisas, las audiencias o la improvisación marcan la pauta muchas veces. Por eso, para Buenafuente este libro “es un plus de cariño y entrega” porque lo trabajaron con más cuidado y centrándose en los pequeños detalles. Ni el cargo institucional más importante de este país podría haberlo definido mejor: “el resultado me llena de orgullo y satisfacción” dijo el humorista catalán.

Corbacho, bombín mediante, resalta que para comprar el libro hay que tener buen olfato: “lo mejor del libro es el olor”. En su opinión, es el mejor regalo navideño: “Para qué te vas a comprar un ipad si este libro tiene de todo: chistes, trivial, pasatiempos…”.

Pero además de humor, el libro y la tele son educativos. Para Berto Romero, “la voluntad de este libro es pedagógica. Además de reír, aprendes ya que hay muchos datos e información sobre la historia de este medio”. Berto criticó que se acuse a la televisión de todos los males de la sociedad: “Yo soy activo con la tele, si no me gusta un canal lo subo al 55 donde nunca llegaré haciendo zapping; si veo que mejora, le bajo al 13 o 14”

La editora de Planeta citó al humorista Groucho Marx para reafirmar la idea: “. Bueno pues en este caso, si no ven la tele, lean este libro”.

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martes, 6 de diciembre de 2011

Presentación del libro de Javier Serrano, "La jaula"

Javier Serrano presentó el pasado jueves en la librería Central su último libro, La jaula. En él, hace una profunda reflexión sobre una sociedad en decadencia, quizás la nuestra, donde los reos viven prisioneros en una jaula sin barrotes. Un lugar donde nadie escapa por miedo, un lugar donde los presos se vigilan unos a otros, un lugar con una torre en el centro con las luces siempre encendidas y donde no hay intimidad. “La torre es el eje entorno a cual gira todo”, explica Serrano.
La novela está cargada de simbolismo, desde el lenguaje hasta los propios objetos. Clea Moreno resaltó también el parecido entre el nombre del protagonista, Bastián Bastián, con la palabra bastión (en referencia a la Torre). “Lo puse sin pensar en eso, quizás estaba en mi subconsciente”, subrayó el autor. La Torre se encuentra ubicada en el centro de un círculo, al igual que todas las cárceles. “Nuestro mundo son todos prisiones, empezando por el círculo más cercano que es la familia”, asegura Serrano
¿Para qué sirve la cárcel?, ¿para qué sirve el castigo?, se pregunta el escritor. Sin escribir la palabra cárcel ni una vez en el libro, explica que “una sociedad que castiga el individuo inocente, es una sociedad que se oprime a sí misma”. La jaula es una alegoría del mundo en general, “ni siquiera los presos saben por qué han ido allí, al igual que nosotros no sabemos por qué vinimos al mundo”, relata Javier Serrano. Al menos conservamos la literatura para poder usarla como redención para salir de las cárceles físicas y mentales.
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lunes, 5 de diciembre de 2011

"Los hombres de mi almohada", el nuevo libro de Noelia Jiménez

Pocas veces uno se ríe tanto en una presentación de un libro. Pero es que pocas veces lo presenta el periodista de la Sexta Javier Gómez. Afortunada la autora, la también periodista Noelia Jiménez, que vio como el presentador hacia las delicias del público congregado en el FNAC de Callao desmenuzando partes del libro. “¿Por qué no ligo?” leía Javier Gómez en el libro. “Pues porque soy una pesada” respondía directamente Noelia Jiménez.
Aunque “almohada” y “hombres” pueda tener una connotación sexual, la autora quiso dejar claro que su libro busca otro objetivo, “describir a la mujer de un modo más sencillo de lo que lo hacen los hombres”. ¿Pero, no eran las mujeres las que son complicadas de por sí?
El libro surge de un blog homónimo llevado también por la autora en el que cuenta casos reales o inspirados en la realidad entre distintas parejas, “hay situaciones surrealistas pero es que en la redacción se cuenta cada cosa…”. Contó como anécdota que su tía le preguntó si todo lo que había escrito era verdad. “Si, pero mamá ¿dónde estás?” Y ante la mirada sonriente de una señora al final de la sala, Noelia Jiménez aclaró, “no te asustes, que no es una autobiografía”. Y es que, como sucede cada vez que una mujer escribe sobre sexo, el novio siempre es susceptible a entender que se está hablando de él. “Afortunadamente, en mi caso no fue así”.
Sin estar relacionado directamente con ella, Los hombres de mi almohada sí que nace a raíz de una experiencia negativa de la autora con un ex-novio, “tenía preparado un viaje con él a casa de unos amigos, llamé a mi amiga para contárselo y nada más colgar el tío me dejó”. Por eso, y en honor a todas las mujeres que han sido puteadas alguna vez por un hombre, Clea Moreno, la editora de Eutelequia puso la nota picante del acto al concluir: “¿Y no piensas dar las gracias a todos los cabrones? También un fuerte aplauso para ellos.” Por su contribución al libro.
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