miércoles, 16 de enero de 2013

"La biografía del silencio", la nueva obra de Pablo D'Ors



Solo hace falta un paseo por el Metro madrileño para percatarse que la nuestra, no es una sociedad silenciosa y sosegada. Más que andar deprisa, caminamos por el aire, nos empujamos por entrar en el vagón e intentamos arañar el máximo de minutos al reloj. Es solo un ejemplo. Al igual que somos capaces de sacar cualquier tema de conversación absurdo con una persona con tal de no permanecer en silencio. Por tanto, encontrar un libro que ensalce eso, el silencio; y el valor de la meditación, no deja de ser paradigmático.

El teólogo y escritor, Pablo d'Ors nos muestra en su última obra, “La biografía del silencio” su experiencia con la meditación y por qué comenzó a ello. El proceso de meditación está dividido en tres partes: una en la que se trabaja con la mente, una en la que se trabaja con el cuerpo y otra con el espíritu. "Como nuestra mente suele estar muy dispersa la fijamos en algo muy básico como es la respiración", explica. A continuación, "te vas concentrando en las distintas partes del cuerpo y las vas soltando de manera que el cuerpo acabe en un estado diferente más preparado para la recepción". Por último, le toca el turno al espíritu. "Tomamos una frase o koan -una especie de acertijos utilizados en el zen- y no solo hay que comprenderlo sino disolverse en ello".

Ante un público joven, D'Ors desgranó algunas de las ventajas de la meditación: “Meditar estimula la verdad. Te das cuenta de que mientras tú te encuentras en una situación pasiva el mundo sigue girando, sin necesidad de tu participación.” Frecuentemente solemos caer en personalismo y realzamos nuestro propio ego, con la consecuencia, según el autor, de “convertirlo en un criterio rector de nuestras vidas”. La vida sigue sin nosotros y “con la meditación es posible comprender que somos parte de un todo”, apostilló el escritor.

Cometemos por lo general la ingenuidad de creer que lo que vemos y oímos es la realidad, pero esa realidad está distorsionada porque la miramos desde nuestro micromundo de miedos, anhelos, intereses. “La meditación no te abre las puertas de un mundo nuevo sino que te permite ver la realidad de este mundo” apuntó D'Ors, una realidad que es diferente a la que creemos ver y sentir. Es más, añade que “el trabajo y el esfuerzo en la meditación no significa, por ejemplo, que si eres una persona triste te vayas a convertir en una alegre”, sino te permite ver la realidad con su verdadero color, y de esa manera la puedes entender realmente.

Por eso no tienes dudas en señalar que la meditación sirve para vivir mejor en este mundo. Sin embargo, para lograr cruzar ese umbral antes es necesario liberarse de cierto lastre. "Demasiadas experiencias pueden aturdirnos". "Nos hemos convertido en coleccionistas de sensaciones fugaces, que son tan fugaces que no tienen tiempo de alimentarnos por dentro" concluyó D'Ors.

1 comentario:

EBX dijo...

Gracis por compartirnos tanto talento que gusto el visitarte.